Como el escenario que los aliados habían elegido para desembarcar no estaba asegurado los alemanes contaban con algunas divisiones acorazadas, tierra adentro, con las que poder moverse y hacer frente en el lugar exacto donde los acontecimientos verificaran la invasión. La información confusa y la lenta cadena de mando no favorecieron el buen uso de esta temible fuerza, y lo que al final la dejaría fuera de combate sería la total supremacía aérea del enemigo.
De patrulla por Normandía, continúa